El viernes 24 de mayo, en el marco de la celebración de María Auxiliadora, las calles de San Juan se llenaron de alegría, fe y devoción gracias a las actividades organizadas por el Colegio Don Bosco.
Misionando por la ciudad.
A pesar del gran frío, el sol de la mañana pintaba de colores marianos el cielo del 24 de mayo de 2024, acompañando el espíritu alegre y entusiasta de las chicas y los muchachos de los niveles inicial, primario y secundario del turno mañana del Colegio Don Bosco, quienes, junto a sus educadores, se embarcaban en una hermosa misión por las calles de la ciudad. Llevando consigo estampitas e imágenes de la Virgen María Auxiliadora, los misioneros de María tenían como objetivo compartir un mensaje de fe y esperanza con las personas que encontrasen en su camino.
La misión comenzó en la puerta del Colegio para el Segundo Ciclo del Nivel Primario y el Ciclo Básico del Nivel Secundario; desde allí estudiantes y educadores partieron con paso firme y corazones llenos de entusiasmo. El Ciclo Orientado del Nivel Secundario se reunión en el monumento al P. Juan Fanzolato, frente al Centro Cívico, y desde allí comenzaron la experiencia misionera. Su recorrido los llevó por las principales calles de la ciudad, visitando negocios, oficinas, instituciones públicas y lugares privados. En cada lugar que visitaban, los jóvenes se acercaban a las personas con una sonrisa radiante y un saludo cordial. Con palabras sencillas y llenas de convicción, compartían un mensaje de fe y esperanza, recordándoles la presencia amorosa de la Virgen María Auxiliadora en sus vidas.
La respuesta de la comunidad fue conmovedora. Muchas personas se detuvieron a escuchar atentamente el mensaje de los jóvenes, conmovidas por su sinceridad y entusiasmo. Algunos incluso compartieron sus propias historias de fe y devoción a la Virgen, creando un espacio de conexión y diálogo profundo.
Además de compartir palabras de fe, los estudiantes también entregaban estampitas, rosarios, imágenes de María Auxiliadora y «bocaditos espirituales» como un pequeño obsequio y recordatorio de la presencia de la Madre Celestial en sus vidas. Las personas recibían estos pequeños detalles con gran alegría y agradecimiento, colocando las imágenes en sus hogares o lugares de trabajo como un símbolo de protección y esperanza.
Encuentro en la Catedral y procesión.
Tras la hermosa Misión Mariana que recorrió las calles de la ciudad llevando un mensaje de fe y esperanza, la comunidad educativa se congregó toda en la Iglesia Catedral para celebrar una emotiva celebración en honor a la Santísima Virgen Auxiliadora.
El imponente templo se vio colmado de estudiantes, docentes, familias y miembros de la comunidad salesiana, quienes se unieron en un ambiente de fervor religioso y alegría contagiosa. Los cantos resonaban con fuerza en las naves de la Catedral, elevando plegarias de agradecimiento a María por su protección y amor incondicional.
En un clima de profunda devoción, los presentes elevaron sus oraciones a la Virgen Auxiliadora, pidiéndole su intercesión por las necesidades de la comunidad, las familias y el mundo entero. Las palabras del celebrante, llenas de fe y esperanza, invitaban a reflexionar sobre la importancia de la devoción mariana y el amor a la Iglesia que nos invita a cultivar María.
Luego de la celebración religiosa, llegó uno de los momentos más esperados: la procesión juvenil por las calles de San Juan. La imagen de la Santísima Virgen Auxiliadora, adornada con muchos colores, fue cuidadosamente colocada en una camioneta, lista para recorrer la ciudad y recibir el homenaje de sus hijos.
Al ritmo de alegres marchas y con cantos, la procesión se abrió paso por las calles, contagiando de alegría a todos los que transitaban por esas calles. Los vecinos salían de sus casas para saludar a la Virgen, algunos con lágrimas en los ojos, otros con sonrisas radiantes, todos unidos por la fe y el amor a la Madre Celestial.
A lo largo del recorrido, niños, jóvenes y adultos se acercaban a la imagen de María Auxiliadora para depositar flores, tocar su manto o simplemente elevar una oración en silencio. La procesión juvenil finalizó con el regreso al Colegio, donde la imagen de María Auxiliadora fue recibida con mucha alegría.
Reconocimiento y celebración en el Colegio.
Al regresar al Colegio, los estudiantes fueron recibidos con un reconfortante aroma a mate cocido que se esparcía por todo el Patio. De pronto, el Padre Director del Colegio tomó la palabra, para anunciar una noticia que llenó de alegría y orgullo a toda la comunidad educativa.
Con gran satisfacción, se informó que la Municipalidad de Capital había declarado de interés municipal el 30º aniversario del fallecimiento de dos salesianos que dejaron una huella profunda en la historia del Colegio y en los corazones de todos aquellos que tuvieron la fortuna de conocerlos: el p. Juan Fanzolato y el Maestro José Chiesa. Estos dos queridos educadores, dedicaron su vida a la formación integral de miles de jóvenes, inspirándolos con sus valores, su sabiduría y su incansable entrega.
La noticia fue recibida con un entusiasta aplauso por parte de todos, quienes se conmovieron al recordar a estos dos grandes hombres que habían marcado el paso de tantas generaciones por el Colegio. La declaración de interés municipal significaba un reconocimiento a su legado y a la profunda influencia que habían tenido en la comunidad.
La declaración de interés municipal por los 30 años del fallecimiento de estos dos salesianos no solo fue un reconocimiento a su trayectoria, sino también un símbolo del fuerte vínculo que existe entre el Colegio y la comunidad. Este homenaje sirvió para reafirmar los valores que forman parte de la identidad del Colegio y para inspirar a las nuevas generaciones a seguir el ejemplo de estos dos grandes hombres que dedicaron su vida a la formación integral de los jóvenes.
Festividades en el parque 25 de Mayo.
Por la tarde, el nivel inicial y primario del turno tarde se reunió con sus familias en el parque 25 de mayo para disfrutar de una celebración llena de alegría y devoción. Hubo juegos, una maratón mariana, oración y una rica merienda. Luego, junto a sus familias, los niños y niñas salieron a misionar, llevando estampitas e imágenes de María Auxiliadora y compartiendo su fe con las personas que encontraban.
Misa y muestra histórica.
La jornada finalizó con una muy concurrida Misa a las 20 horas, presidida por el Padre Obispo Jorge Lozano. El aire solemne de la Capilla se llenó de cantos religiosos y oraciones, mientras los presentes miraban la imagen de la Madre y Auxiliadora que es confidente de tantos corazones.
Luego de la Eucaristía, se realizó la bendición e inauguración de una muestra histórica en honor a los 30 años del fallecimiento del Padre Fanzolato y el Maestro Chiesa. La muestra, cuidadosamente preparada por el P. Rubén Romero y un equipo de colaboradores, reunió fotografías, objetos personales y documentos que narraban la historia de estos dos hombres excepcionales. Los asistentes pudieron recorrer la exposición, conmovidos por las imágenes y testimonios que daban vida a su memoria.
La bendición e inauguración de la muestra histórica fue un momento de profunda emoción para toda la comunidad. Las lágrimas se mezclaban con las sonrisas mientras se compartían anécdotas y recuerdos sobre el Padre Fanzolato y el Maestro Chiesa. La presencia de sus familiares y amigos llenó el ambiente de un sentimiento de gratitud y admiración.
Cena festiva para cerrar un día inolvidable.
Para finalizar un día lleno de emociones y alegría, los grupos de la Familia Salesiana se reunieron en el Colegio María Auxiliadora para compartir una cena festiva y fraterna. Fue un momento para agradecer a Dios y a la Virgen por las bendiciones recibidas y para fortalecer los lazos de comunidad entre la Familia de Don Bosco.
Un día lleno de fe, alegría y comunidad.
La misión del viernes 24 de mayo fue un hermoso ejemplo del compromiso y unidad. Sin duda, esta experiencia quedará grabada en la memoria de los alumnos, educadores y de todas las personas que tuvieron la oportunidad de ser parte de ella, recordándoles que la fe y la esperanza que nos vienen del Señor y de la Virgen Auxiliadora son fuerzas poderosas que pueden transformar vidas y llenar el mundo de alegría.